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domingo, 3 de marzo de 2013

Mirar o Ver, ésta es la cuestión

La prueba de que el tema de hoy es más que adecuado la tenemos en el hecho de que acabo de mirar sin ver. Hace escasos segundos he perdido una hora de escritura de este artículo -si es que la escitura se puede medir en tiempo- por suponer que mi iPad restauraba la pantalla al estado en que se encontraba antes de saltar a otra aplicación. Ya les digo que no. He mirado otra pantalla sin ver que acababa de perder todo lo escrito en la primera. Guarden el trabajo antes. Pero, volvamos a empezar lo que será la versión 2 de algo que ni siquiera ha nacido. Sin duda, no se parecerá en nada a la versión no nata.

Quien haya seguido este blog con cierta asiduidad tendrá asumida la definición que le hemos dado a nuestra ética: los compromisos internos y externos adquiridos voluntariamente con nuestro entorno, el cual diferenciamos en próximo y lejano. Partiendo de esta definición, resulta obvia la íntima relación entre los sentidos -responsables de la toma de datos del entorno- y nuestra ética, de tal forma que deben formar un sistema inter-relacionado que facilite la toma de decisiones y la ejecución de los correspondientes actos coherentes con la misma.

Siendo todos los sentidos responsables de la toma de datos, centraremos el análisis en la visión y, en menor medida, en el oído, debido, fundamentalmente a su mayor alcance, dejando el olfato, gusto y tacto para las relaciones más íntimas y próximas lo que les confiere una mayor fiabilidad (aunque no absoluta) en la información proporcionada. Y de fiabilidad se trata.

Datos o Información, está es la cuestión. Mirar o Ver... Oir o Escuchar... Pares de palabras, de las que la segunda tiene un profundo contenido conceptual, mientras que la primera es simple y rutinaria, diríamos que procedimental, sin ningún valor añadido. Porque podemos recibir una avalancha de datos y escasa o ninguna información, del mismo modo que podemos mirar sin ver u oir sin escuchar. Por lo tanto, lo importante es Ver o Escuchar. O lo que es lo mismo, la Información.

Éste «mira» y «ve» perfectamente.
Centrémonos en el sentido más importante (a los efectos de recibir datos y proporcionar información). El proceso sería: Mirar (adquisición de datos) → Ver (convertir los datos en información) → Decidir (evaluar la información) → Actuar. Ni que decir tiene que nuestras decisiones y actos se ven fuertemente condicionadas por la veracidad y la fiabilidad de la información suministrada. Comentemos brevemente las dos primeras fases. Mirar no es importante. Es una condición necesaria para ver lo que se mira (si no miras, no ves), pero esto es todo. En cambio Ver admite muchas interpretaciones. Su resultado -esto no es una interpretación- es una imagen mental de lo percibido (término empleado deliberadamente en sentido amplio). En la mayoría de ocasiones «vemos» el resultado de la incidencia de los fotones en los más de 120 megapixels de nuestra retina. Pero también podemos «ver» lo que oímos, olemos, gustamos o tocamos. Y esto -incluido lo que miramos- sí que son interpretaciones. Pero, a los efectos prácticos, lo peor de todo es «mirar sin ver». Es decir, tener los ojos abiertos, mirar y no ver con fiabilidad razonable. Y esto es lo que en esta época de manipulación orquestada y de avalancha de datos -que no información- no podemos permitirnos.

Por lo tanto, a pesar de las dificultades, si miramos, debemos «ver» con la máxima fiabilidad. Formar una imagen mental que se acomode razonablemente a la realidad (perdón por el uso de término tan espinoso) o, por lo menos, intentarlo. Erradicar la frecuente tendencia a engañarnos a nosotros mismos y a «no ver» lo que estamos mirando. Y uno de los mejores antídotos es «ver sin mirar» o, lo que es lo mismo, pensar. La combinación de lo percibido (lo mirado) con la utilización de una dosis razonable de reflexión (lo no mirado) puede hacernos «ver» con más precisión. Incluso, si es posible. cerrando los ojos para evitar indeseables interferencias (¡no lo haga conduciendo!).

En resumen, actuar tras tomar decisiones basadas en hechos basados en información basada en datos «bien vistos». Calidad y Excelencia en el proceso y garantía de coherencia ética.

"Puestos a elegir, siempre es preferible ver sin mirar que mirar sin ver"

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