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domingo, 13 de enero de 2013

Facebook...¿Gasto o Inversión?

En el último artículo trataba sobre la pérdida de tiempo, intentando darle un significado concreto al concepto, abstracto por naturaleza. Al margen del mayor o menor éxito en el intento, voy a utilizar este artículo como percha o trampolín para aplicar este concepto al tiempo consumido (¿gastado o invertido?) en las redes sociales. En particular, en Facebook (en adelante, FB).

Dejamos establecido que el tiempo es un recurso tan valioso que debería ser gestionado con eficacia y eficiencia o, lo que es lo mismo, con calidad y excelencia. También asociamos pérdida de tiempo con gasto (irrecuperable), preconizando como deseable una inversión adecuada del mismo con la esperanza de obtener un mejor aprovechamiento del que nos quede (lo gastado o invertido, consumido está). La idea fundamental era (y es) que si hoy "invierto" bien el tiempo en unas actividades determinadas, con toda seguridad tendré más tiempo disponible en el futuro para dedicarlo a otras actividades no relacionadas. Luego, he "ganado" tiempo.

Pero, en última instancia, ¿cuál es el criterio para juzgar si gastamos (despilfarramos) o invertimos (aprovechamos) nuestro tiempo en FB o en cualquier otra actividad? Pues depende de nuestras expectativas. Quien, por ejemplo, decide de forma racional que le conviene "desconectar" con una buena dosis de telebasura, él sabrá. Si esta actividad responde a sus expectativas y le sirve para "desconectar", no seré yo quien se lo discuta.Y aunque a mí me parezca una absoluta pérdida de tiempo, para el interesado será sin duda una buena inversión, ya que esta "desconexión" le permitirá abordar las tareas posteriores con mayor eficiencia. Esto demuestra la natural subjetividad del concepto, subjetividad a la que apelo si alguien se siente aludido o agraviado por el cuerpo y conclusión de esta reflexión en forma de artículo.

Tras diez meses de experiencia y como complemento al artículo "Ética y redes sociales" publicado en Octubre pasado, creo llegado el momento de efectuar un balance de la situación, sin esperar al cumplimiento del primer año, hito planificado en su momento. La causa de este adelantamiento reside en que mi percepción del tema (no nos vamos a engañar, desde el primer día, la cuestión era si se trataba o no de una pérdida de tiempo) se ha vuelto asintótica por lo que no espero grandes cambios en la misma. Lo que en alguna ocasión he calificado de experimento ha terminado. Y por lo tanto, ha llegado el momento de sacar conclusiones y utilizarlas como base de nuevas decisiones.

Empezaré declarando mis expectativas, las cuales serán más o menos ingenuas (esto lo veo ahora), pero eran las mías, y lo han seguido siendo hasta hoy: a) inter-acción, b) inter-cambio de ideas y c) enriquecimiento cultural. Resalto el prefijo "inter" como referente de diálogo y no de monólogo, que es lo que prima (con honrosas y contadas excepciones) en FB. Con objeto de no extenderme demasiado y en aras de la claridad, analizaré por separado los tres vectores de comunicación que nos brinda la herramienta:
  • Amistades: La alegoría del antiguo "muro" (hoy eufemísticamente bautizado como "biografía") resulta muy apropiada. De lo que se trata es de pegar en el muro "tus" pensamientos, reflexiones, fotos, tonterías o enlaces con la remota esperanza, en el mejor de los casos, de que al "compartirlo" con tus amigos (este es el concepto clave de FB, por cierto, nada interactivo) se beneficien de algún modo. En general, se trata de una difusión (broadcast), al modo de una emisora de radio o TV, separadora, no interactiva. De un escaparate donde se muestra el interesado, más o menos maquillado o vestido para la ocasión. Pero al fin y al cabo, un escaparate. Mis intentos de establecer comunicación real (bidireccional) a través del muro han resultado generalmente baldíos. En contadas ocasiones recoges algún golpecito en el cristal del escaparate (en forma de comentario, normalmente declarativo (sin dar pie a respuesta alguna) o de un "me gusta" de difícil interpretación) y aquí termina todo (repito, las excepciones, que las hay y muy buenas, no hacen más que confirmar la regla). Por mi parte, siempre he procurado publicar producción propia o enlaces que propiciasen el intercambio de opiniones, evitando (o intentándolo) herir la sensibilidad de mis "amigos" de los que, por la pura lógica inherente al carácter virtual de la amistad, ignoras sus sentimientos o afinidades, por ejemplo, políticos o religiosos, entendiendo, ingenuamente, que FB no debería ser un vehículo de adoctrinamiento de "amistades", sino un espacio de encuentro de "sensibilidades" afines. Debo decir que, muchas veces, este principio no es respetado. Y el hecho de que la solución sea fácil (desamigarte) no resuelve el fondo de la cuestión: no hay comunicación, hay difusión de manifiestos. Y algunos de ellos sin ninguna preocupación por herir la sensibilidad del potencial lector (y amigo).  Terminaré con una reflexión que tampoco deseo que se malinterprete: no sé cual es el umbral, pero no comprendo la utilidad de tener cientos (o miles) de amigos virtuales. Pero acepto que esta circunstancia (para mí, que leo todas las publicaciones de mis amigos, agobiante) cumpla las expectativas de alguien. Si es así, bien está. Pero yo no veo ninguna ventaja (a menos, claro está que se trate de una especie de competición o de una necesidad personal en la cúspide de la pirámide de Maslow). En cualquier caso, tampoco es (o no puede ser) comunicación bidireccional. Nadie puede comunicarse con cientos o miles de interlocutores. Evidentemente, para esto, lo mejor es Twitter, donde se les llama, sin complejos, "seguidores". Resumiendo: el vector "amistades" no cumple totalmente mis expectativas. Lo hace de forma parcial, dado que el escaso diálogo queda paliado en parte por la "sólo lectura" de las publicaciones (la mayoría enlaces o declarativas), de las cuales siempre se pueden extraer conclusiones positivas (1).
  • Grupos: Pensé, ésta es la solución. Al ser temáticos (Filosofía, Astrofísica, Física cuántica) la "afinidad" queda garantizada. Craso error. Al desaparecer el filtro de la "amistad" (alguna faceta buena tiene) aparece la fauna de FB en todo su esplendor: trolls, acomplejados, maníacos obsesivos monotema, etc., los cuales, aún siendo una minoría, contaminan de forma irreversible el grupo, sobre el que pende siempre la extraña ética de FB patentizada en un aplicación perversa de la tolerancia y de la libertad de expresión que solamente aparece cuando se manifiesta disconformidad o queja por alguna de sus intervenciones. Debo decir que esta tendencia es mayor (hablo de mi experiencia) en grupos de filosofía y no tan acusada en grupos de ciencia, donde parece que lo que prima es una especie de competición salvaje por publicar noticias y enlaces que lleva, en ocasiones, a la repetición de la misma noticia publicada por distintos medios, en una clara demostración de que, más que leer, lo que se pretende es publicar. Lo que sea, pero publicar. En ocasiones, un enlace se acompaña con el profundo mensaje "Interesante" o con un auto "me gusta", lo cual resulta obvio, ya que sólo faltaría publicar algo no interesante o que no te guste . Pues bien, tras las desagradables experiencias en dos de ellos (filosóficos, para más señas), comentadas anteriormente, intenté crear un Grupo con un alcance muy concreto (convivencia, cohabitación, continuidad Ciencia-Filosofía), el cual abandoné, previa justificación, a los dos meses, por considerar que se había pervertido su (mi) finalidad que era, precisamente, romper con el esquema de dependencia personal mediante una alta participación (es decir, ser un Grupo), decisión acertada y demostrada posteriormente con el languidecemiento del mismo tras mi abandono. Terminaré manifestando mi extrañeza respecto a la baja participación en los Grupos (esto es aplicable a todos ellos). Se comprende que no todos los temas pueden interesar a todos, pero aún así, el porcentaje de participantes activos no supera el 10%, quedándose en torno al 2% en grupos grandes (más de 1000 miembros). Entonces, debemos suponer que la gente se une (voluntariamente) sin ánimo de participar. Como mirones de escaparate. De nuevo: expectativas insatisfechas. Poca o nula comunicación. Ahora hablamos de "voyeurismo" (no nos engañemos, FB contagia; esto es lo que más o menos se hace también -y me incluyo- en el muro de las amistades).
  • Páginas: Como último intento, recientemente he puesto en marcha una página personal (Conciencia y Sinciencia), con lo que acepto de entrada la dependencia, donde publico lo que me gusta y que lo vea quien quiera. Esto es lo que parece funcionar en FB y lo que, al parecer, responde más a su espíritu. Aquí no me siento incómodo. Es como una revista o un libro. No esperas interactividad. No hay presión porque no es un Grupo y mientras le interese a alguien, por algo será (hay gente para todo). Es publicación pura y dura, tal y como es este blog o mis distintos libros publicados. En la página selecciono frases de pensadores (célebres o menos) que me han gustado, con una pequeña glosa y haciendo referencia siempre a las fuentes (sorprende también la infinidad de páginas de éxito y fotos en los muros con frases de famosos sin ningún valor añadido ni referencia a la fuente), una selección de noticias del día que creo de interés para el alcance de la página (o revista, como se quiera) y, en función del tiempo, algún tema propio. Curiosamente, al mes de vida cuento con más de 160 personas a las que "les gusta", pero la interactividad sigue brillando por su ausencia. Ninguna publicación ajena y muy pocos "me gusta" y comentarios. Por descontado, debate o intercambio de opiniones, cero patatero, aunque sufro la infantil y perversa “fagocitación” de algunas de mis publicaciones sin citar la procedencia. No se cumple la expectativa de diálogo, pero no estoy tratando con "amistades" ni en un Grupo, por lo que esperar diálogo es una inconsistencia. En buena lógica, no puedo decir que este vector de comunicación me cause insatisfacción porque su objetivo principal es publicar, no dialogar.
Conclusiones: Decepción profunda. Expectativas en gran parte frustradas. Pérdida de tiempo parcial en Amistades y total en Grupos. Mucho gasto y poca inversión. Decisión: minimizar el gasto (de hecho, mi participación en mi muro y en Grupos ya es testimonial) y maximizar la inversión extrayendo el máximo beneficio de la "pasividad", separando el grano (que lo hay) de la paja y disfrutando del indudable beneficio que me representa el auto compromiso (aquí entra en juego la calidad, la excelencia y la ética personal) de preparar publicaciones para mi página. ¿Hasta cuándo? Hoy no tengo respuesta.

Con total seguridad, alguien opinará que soy un ingenuo y que estas decisiones son como el descubrimiento de la rueda, que son el ABC de FB y que son las que todos practican. Pues me alegro mucho. A mí me ha costado diez meses aprenderlo y, en el ínterin, ha aprendido mucho sobre otras cosas. O sea, que tampoco he perdido el tiempo. Larga vida a Facebook. Y a todos a los que cumpla sus expectativas.

NOTAS:
1 - Pido indulgencia a mis "amigos" de FB. Decir lo que se siente puede aliviar al escritor pero también puede ofender al lector. Nada más lejos de mi intención.

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