Proveedor (y cliente) satisfecho |
Una vez presentado y justificado el concepto de Proveedor aplicado a nuestra persona, me gustaría exponer otro concepto básico: "Todos somos a la vez Proveedores y Clientes", y nuestra persona está en el medio. En un hipotético proceso, el diagrama de flujo sería muy simple:
Entorno -> Recibimos (Clientes) -> Nuestra persona -> Entregamos (Proveedores) -> Entorno
y, como se puede observar, recursivo: formamos parte del entorno, recibimos de él y aportamos a él. Por lo tanto, somos igualmente responsables de su mejora o de su degradación. Y esto me lleva a la última frase, que también puede ser calificada como un concepto, como una filosofía de vida:
"Hacer las cosas bien a la primera"
Esta es la base del éxito, de la calidad y de la excelencia. Si no podemos hacerlo (en ocasiones, resulta imposible), por lo menos, intentarlo. Tener esta preocupación como un norte, como una máxima vital. En múltiples ocasiones, conferencias y clases, he utilizado este ejemplo: Si te piden una fotocopia, que no salga torcida y que se pueda leer. Es lo mínimo que se le puede pedir. De esta forma, serás un buen Proveedor. Te evitarás broncas, malas caras y volverla a hacer. Extrapola este ejemplo a cualquiera de tus actos. Y, si piensas con detenimiento, hacer las cosas bien, no cuesta tanto.
Creo que, sentirse Proveedor y "hacer las cosas bien a la primera" son dos conceptos que deberían incorporarse a nuestra ética personal. Nos iría mejor a nosotros y a todos los demás. Porque, desde un punto de vista egoísta, ¡se siente uno tan bien al hacer las cosas bien!...
"El mundo se compone de los que dan y de los que reciben. Puede que los segundos coman mejor, pero duermen mejor los primeros" (Séneca).
"Da y tendrás en abundancia" (Lao-Tsé).
"No des a nadie lo que te pida, sino lo que entiendas que necesita; y soporta luego la ingratitud" (Miguel De Unamuno)
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