«Cómo el dedo meñique puede afectar negativamente al pensamiento introspectivo, en especial a la producción de aforismos (pretendidamente) propios»
Debo reconocer que la producción de aforismos es un ejercicio intelectual que me agrada sobremanera. El hecho de conseguir declaraciones o proposiciones concisas que expresen con una cierta precisión conceptos de mucho mayor calado que el simple enunciado me resulta sumamente gratificante por su condición de estímulo sintetizador, especialmente apropiado para una mentalidad fundamentalmente analítica, sin menospreciar el fenomenal aprendizaje que representa para un novicio de Twitter.
Soy consciente de que, a estas alturas de la civilización, la gran mayoría de las frases pretendidamente –y en muchos casos, presuntuosamente– vendidas como propias, tienen su origen en una percepción sensorial, en una creación –artística, literaria o verbal– ajena que, por habernos impactado especialmente, se ha alojado inconscientemente en lo más recóndito de nuestra memoria. Después, de forma inopinada o en respuesta a un estímulo reflexivo, afloran a la superficie, convenientemente digeridas o adaptadas a nuestra personal forma de expresión. Por lo menos en mi caso, ya que, por suerte o por desgracia, dispongo de escasa o nula capacidad de retención literal, lo que me lleva a almacenar los conceptos, generalmente difusos, los cuales, cuando los preciso, debo concretar –a menudo empleo el término «destilar»– de nuevo. Lo mismo me sucede con las fuentes: tiendo a olvidarlas o a confundirlas, lo que es prácticamente lo mismo –aunque, en realidad, no pongo especial interés en retenerlas–. Valga esta introducción como pliego de descargo y justificación general para las frases (casi) propias que puedan ser acusadas de plagio. No es en absoluto mi intención. Puedo asegurar que su origen inmediato es propio –habitualmente en mis paseos; pienso mucho con los pies– y que se han transferido directamente desde el cerebro a mi mano y de ésta, rotulador mediante, a una libretita que tengo siempre a tiro. Si algún lector identifica un origen ajeno, se agradecerán referencias concretas del desaguisado. En cualquier caso, el que se sienta libre de pecado, que tire la primera piedra. Probablemente, todo está escrito y todos los que disfrutamos con la escritura de no-ficción no hacemos más que darle vueltas a lo mismo. ¿Copia? ¿Vulneración de algún principio moral o ético(1)? No lo creo. Por lo menos, si se dan las premisas expuestas.
Pero..., ¿cuándo y cómo se generan estos aforismos? Hemos ya adelantado que pienso mucho con los pies. Puntualicemos un poco. O más bien, especifiquemos el alcance del término «pensar», a pesar de que, en cierto modo, ya ha quedado explicitado en el subtítulo de este artículo: no nos estamos refiriendo a la acción previa a toda toma de decisiones, a la primera fase del cotidiano y fundamental proceso Pensar > Decidir > Actuar(2). Nos estamos refiriendo al pensamiento introspectivo, a la reflexión estéril, a la satisfacción de una necesidad que, en mi caso particular, en mi estado de clase pasiva, es de gran importancia para mi estabilidad emocional: pensar por pensar. Y resulta que me he dado cuenta que pienso(3) por (con) los pies. Veamos porqué:
![]() |
¡¡¡ Qué horror !!! |
Y con esto queda explicado: pienso con los pies. Afortunadamente, el globo se ha deshinchado y las agujas han desaparecido, lo que me ha permitido de nuevo volver a la calle y reanudar la producción de aforismos y temas de reflexión. Y funciona. Hasta el punto de que –complementando la temática general– daré entrada en el blog a estas frases (casi) propias y a su desarrollo justificativo. Mientras pueda caminar y escribir.
Notas:
1 - Ambos términos en su significado coloquial. A lo largo de mis publicaciones, he dejado bastante claro que, EMHO, ambos conceptos no tienen nada de absoluto o universal: el primero –la moral– encierra un relativismo colectivo y el segundo –la ética–, individual.
2 - Entra en este verbo genérico el «escribir», acción particularmente gratificante.
3 - En adelante, «pensar» siempre entendido como pensamiento introspectivo.
4 - En determinadas condiciones.
5 - La garantía absoluta nunca se tiene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario