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jueves, 9 de agosto de 2012

Filosofía, Ciencia, Metafísica, Física y Equilibrio

Empezaré calificando lo que sigue como una "reflexión de verano".

Reflexionando: ¿Realidad o Apariencia?
Si tomamos los cuatro primeros términos del título dos a dos, nos encontramos con conceptos que, frecuentemente, se contraponen, provocando filias y fobias que, a mi modesto entender, necesitan mucho "Equilibrio" (empleo este término por asociación con la Física, pero, en realidad, podría haber escrito "Tolerancia").

Siempre se me ha criticado una obsesiva tendencia al reduccionismo y la simplificación (tanto en temas "filosóficos" como en mis actividades profesionales), a lo que he contrapuesto mi argumento de que el secreto está en "lo simple" y que la búsqueda de esta "simpleza" pasa necesariamente por un análisis profundo de los conceptos que llevan a su "destilación". Esta "filosofía" personal es la que me llevó a congeniar rápidamente con Wittgenstein y su preocupación por el significado de las palabras y, consecuentemente, por la profundidad conceptual que puede residir en cada una de ellas y, particularmente, a la conclusión de su indigesto "Tractatus..." donde utiliza una metáfora (arrojar la escalera donde te has subido) y concluye con la lapidaria y conocida frase, nada metafórica, "De lo que no se puede hablar hay que callar".

Creo sinceramente que, para observar "lo simple", es preciso "subirse a la escalera" y ganar perspectiva y que el dicho "los árboles te impiden ver el bosque" es una verdad "absoluta" y que este alejamiento del campo de batalla dialéctico y de los, frecuentemente, extensos, dispersos y confusos discursos "filosóficos" es el que permite destilar el espíritu (la "esencia") de los conceptos contenidos en las simples palabras.

Sin más preámbulos (qué complejo y extenso puede ser defender la sencillez) paso a exponer una visión reduccionista y simplificadora (espero que no se tache de simplista) de términos tan complejos:

Doy como válida para la definición de "filosofía" la que se desprende del punto de partida siguiente (justificado en el Diccionario de Ferrater Mora): "la Filosofía nació cuando el hombre empezó a cuestionarse la realidad y a diferenciarla de la apariencia". Dicho de forma coloquial: cuando empezó a ser consciente de que "las apariencias engañan". Esto relacionaría la Filosofía más con las preguntas que con las respuestas ("cuestionarse la realidad").

Por lo tanto, la definición mas "simple" sería "La filosofía es cuestionarse la realidad".

Lo que nos lleva al primer término contrapuesto: la "apariencia". Realidad y Apariencia, serían pues, la primera pareja "filosófica". Y, consecuentemente, el embrión de la futura diferenciación entre Filosofía (realidad) y Ciencia (apariencia) y a la Metafísica (Filosofía) y la Física (Ciencia). Digo "futura", porque en la época de Platón y Aristóteles, a los sabios llamados "filósofos", hoy los llamaríamos también "científicos".

A continuación de esta "primera pareja", con el devenir y el consecuente desarrollo del pensamiento filosófico, han empezado a florecer nuevas parejas de términos que, en mi opinión, representan de forma "simple" la enorme complejidad de dicho pensamiento, pero que, en el fondo, son formas distintas de enfocar lo mismo: el origen, la diferencia entre el mundo real y el aparente.

Para terminar, propongo dos definiciones  (en interpretación libre, no exhaustiva, un punto irónica y sin orden de precedencia) para los términos Filosofía y Ciencia, utilizando los conceptos a los que creo dedican principalmente su atención, lo cual no significa, en ningún caso, que excluyan la consideración, aunque en menor grado, de sus términos contrapuestos (que no antónimos):

La Filosofía se dedica a la búsqueda de respuestas de alcance "Metafísico", mediante el estudio de las Ideas, la Realidad, lo Universal, lo Abstracto, lo Subjetivo, el Espíritu, la Voluntad, la Existencia, la Potencia, la Fe, lo Trascendente, los Noúmenos, las Sensaciones, la Eternidad, la Verdad, las Creencias y las Causas.

La Ciencia se dedica a la búsqueda de respuestas de alcance "Físico", mediante el estudio de las Formas, las Apariencias, lo Particular, lo Concreto, lo Objetivo, el Cuerpo, la Representación, la Esencia, los Actos, la Razón, lo Contingente, los Fenómenos, las Percepciones, el Tiempo, las Evidencias, la Certidumbre y los Efectos.

NOTA: Las definiciones anteriores no pretenden establecer "qué es" la cosa, sino su función ("qué hace").

En mi opinión, para llegar a un razonable conocimiento del significado de la filosofía, únicamente es preciso reducirla a "lo simple" y muchos de los conceptos citados en la definición "larga" son conceptos metidos con calzador en el zapato filosófico (a menudo, demasiado estrecho para calzárselo, en especial si se tienen los pies grandes como yo).

También he leído frecuentemente que los niños no filosofan. No estoy de acuerdo. Si la Filosofía es buscar respuestas, no hay mejor filósofo que un niño con sus machacones y continuos "porqués". Lamentablemente, con la pubertad y la juventud, dejamos de hacernos preguntas (porque creemos tener todas las respuestas) y es con la madurez cuando (algunos, no todos) regresan a la filosofía.

Terminemos con las preguntas básicas y su simplificadora correlación con el objeto de esta entrada: ¿Porqué? = Filosofía, ¿Qué, Cómo, Cuándo? = Ciencia.

Y como creo que son dos caras de la misma moneda (el conocimiento humano), defiendo el "equilibrio", el punto medio aristotélico, el respeto y la tolerancia entre los defensores y/o amantes de las cuatro disciplinas.
Si nos preocupan estos temas, sería muy adecuado incorporar esta tolerancia a nuestra ética personal.


"Se debe hacer todo tan sencillo como sea posible, pero no más sencillo" (Albert Einstein).
    
"Las proposiciones matemáticas, en cuanto tienen que ver con la realidad, no son ciertas; y en cuanto que son ciertas, no tienen nada que ver con la realidad" (Albert Einstein).

"La realidad no es otra cosa que la capacidad que tienen de engañarse nuestros sentidos" (Albert Einstein).

“La ciencia es lo que sabes, la filosofía es lo que no sabes” (Bertrand Russell).

2 comentarios:

  1. En algo estoy de acuerdo, en sus orígenes griegos (especialmente con Platón y la alegoría de la Caverna), pero también en los orígenes de las filosofías orientales (hinduismo, taoísmo, budismo, zen, etc,), un rasgo muy importante de la Filosofía fue la preocupación por discernir lo real de lo aparente, y no solamente en lo referido a la actividad sensorial, sino también a la intelectual (ideas). Y es más, creo que hay que reavivar esta intuición original de la Filosofía, puesto que resulta bastante probable que muchas de nuestras concepciones actuales sobre el Universo, el hombre, la vida, etc., no traspasen el umbral de la mera apariencia.

    De otra parte, en mi particular visión diría, siguiendo el espíritu de simplificación de este artículo, que la Filosofía estudia "lo esencial", mientras que la Ciencia estudia "lo fenoménico".

    Por lo demás, a mi modo de ver la Filosofía y la Ciencia deben contaminarse, pero sin caer nunca en el error de pensar que son actividades idénticas (ni tampoco antinómicas).

    Por cierto, Ludwig Wittgenstein es también uno de mis filósofos preferidos. En el Tractatus logico-philosophicus delimitaba lo que podía ser dicho con sentido de lo que no, pero con ello no estaba negando la Metafísica, como quisieron ver los filósofos positivistas del Círculo de Viena, sino la posibilidad de expresar mediante las proposiciones del lenguaje con sentido "lo místico". "Lo místico" (que en L. Wittgenstein no tiene el significado convencional), según el mismo L. Wittgenstein, es precisamente la parte más importante del Tractatus. Una parte, naturalmente, no escrita.

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    1. En primer lugar, gracias por no tirar directamente a la papelera mis simplificaciones. Comparto contigo la admiración por la claridad expositiva del mito de la caverna, probablemente la primera evidencia documental de la preocupación por diferenciar la Realidad de la Apariencia, una (si no la única) de las principales claves del pensamiento filosófico. Cualquier intento de explicar esta diferencia queda empequeñecido por esta metáfora. Comparto también el punto de vista respecto al monopolio del origen helénico de la filosofía. A este respecto te recomiendo el libro "El pensamiento arcaico", Jesús Mosterín, El libro de Bolsillo. Alianza Editorial, ISBN 84-206-5833-2. Analiza el pensamiento humano desde el Pleistoceno, con capítulos dedicados a Mesopotamia, Egipto, cultura indoeuopea y del Egeo, la India arcaica y los Mayas, incluyendo abundante bibliografía.
      En cuanto a lo "esencial", siguiendo a Sócrates (y a Wittgenstein), deberíamos consensuar (no estoy abriendo un debate) el significado del término. Si observas la secuencia de la definición "larga", "Esencia" queda en el lado de la Física y en el de Metafísica contrapongo "Existencia" (sin duda, alguna pareja más podría ser objeto de discusión). Esto es porque simplificando, a Esencia le asocio definir "qué es" la cosa, es decir, definir sus propiedades (propio de la Física), mientras a la Existencia le atribuyo un significado más (o absolutamente) trascendente (propio de la Filosofía/Metafísica).

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