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sábado, 18 de noviembre de 2017

¿Actualidad?

actualidad

1. f. Tiempo presente.
2. f. Cosa o suceso que atrae y ocupa la atención del común de las gentes en un momento dado.
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Esta es la proposición: Tengo enormes dudas de que la actualidad sea actual.

Pues bien, la decisión de publicar un nuevo artículo en mi blog después de más de dos años se debe precisamente a esta extraña actualidad no actual y su acusado impacto en la vida cotidiana, invadiendo incluso el ámbito familiar. Y ahí me quedo, resaltando la precisión quirúrgica de la segunda acepción; es decir, que la "cosa o suceso" que nos invade de forma omnipresente (1) "atrae y ocupa la atención del común de las gentes", donde me incluyo.

Y siguiendo con la proposición, voy a intentar su demostración evitando el esfuerzo y la dificultad que representa el retomar la práctica de escribir de nuevo, mediante la cómoda transcripción de una colección de textos ajenos y propios que vienen a abundar en la escasa actualidad de la actualidad, con la esperanza de que de esta selección apresurada, vista con la mayor benevolencia y esfuerzo de integración, se puedan extraer conclusiones que ratifiquen o refuten dicha proposición, además de justificar mi posición personal y el hartazgo extremo en que me hallo.

Empecemos con una referencia a la identidad, sea del tipo que sea: cultural, étnica o tribal:

Cada átomo en tu cuerpo vino de una estrella que estalló. Y los átomos de tu mano izquierda probablemente vinieron de una estrella diferente que los de tu mano derecha. Es realmente la cosa más poética que sé de la física: todos somos polvo de estrellas. Tú no podrías estar aquí si estrellas no hubieran estallado, porque los elementos –el carbón, el nitrógeno, el oxígeno, el hierro, todas las cosas que importan para la evolución– no fueron creados al principio del tiempo. Fueron creados en los hornos nucleares de estrellas y la única manera para que terminaran en tu cuerpo es el hecho de que esas estrellas fueron lo suficientemente amables para estallar”. Lawrence Krauss (2009).

Sigue parte de mi artículo “El día después” de 30 de noviembre de 2012. Más o menos, el principio de todo (bueno, eso quizá es mucho decir).

Pues bien, volviendo al ejemplo, nada indica que el único responsable del proceso electoral (recordamos para lectores no locales, que se adelantaron las elecciones más de dos años) haya seguido las reflexiones anteriores. Y no crean que se trata de una impresión subjetiva. He aquí una frase textual del sujeto (dicho sin ánimo peyorativo): "Lo importante es el qué; el cómo ya lo veremos luego". Todo un prodigio de planificación.
Asumiendo que la convencionalidad simbólica del lenguaje puede llegar a retorcer hasta niveles insospechados cualquier discurso (político o no), es responsabilidad de los analistas (este papel es el que me arrogo en este artículo) el destilar, como en un buen whisky de malta, la esencia. Y siguiendo con el ejemplo, la esencia es: a) antes de convocar elecciones, el sujeto (personificamos en él, tal y como él se ha vendido en la campaña) tenía 62 diputados; b) convoca para tener más fuerza para defender un cambio estructural profundo (observen la asepsia forzada) y c) consigue perder 12 diputados. Es decir, ahora tiene 50. No creo que se necesite ser un águila para concluir que el sujeto ha conseguido un fracaso estrepitoso. Lo dejo aquí. Pues bien, ni se ha puesto colorado”.

NOTA: Más información sobre "el sujeto" en "SÍ-SÍ" (23 de junio de 2015)

Beatles, Facebook y Derecho a decidir” (2 de febrero de 2013): Una glosa del concepto por excelencia.

Al igual que -por lo menos, todavía- el pensamiento es libre, y que para decidir es necesario pensar, el derecho a decidir también es innato y libre y no es necesario que venga ningún iluminado a defenderlo por nosotros. Toda nuestra vida ha estado trufada de decisiones mejores o peores consecuencia del devenir natural, en las que hemos ejercido nuestro derecho sin limitaciones. El problema aparece cuando te enfrentas, involuntariamente, a la exigencia ineludible de una respuesta binaria del tipo "estás conmigo o estás contra mí". Si además tienes una pistola en la sien, la cosa llega a su estadio máximo. Siempre me ha fascinado el éxito y la atención dispensada en Facebook a la frase "más vale morir de pie que vivir de rodillas". Me gustaría conocer la decisión que tomarían ante una tesitura real muchos de los ardientes defensores de esta ética ejemplar.

Por lo tanto, el problema real es que te pongan en la tesitura de decidir. Mi padre, actor y sufridor de la lamentable guerra civil, siempre me apercibía del enorme peligro de convertir el derecho a decidir en una obligación, deseando que nunca me tuviese de enfrentar a situaciones de este tipo. Mientras no te preguntan, vives tu vida y tomas decisiones continuamente, pero cuando suena la puerta, abres y te encuentras con un señor que te pregunta si quieres cambiar de suministrador de gas, todo cambia. Invaden tu intimidad. Imaginemos si se trata de una cuestión más espinosa como, por ejemplo, la independencia”.

Todos los textos que siguen pertenecen al gran Bertrand Russell (1872-1970), Premio Nobel de Literatura 1950, filósofo y mi escéptico de cabecera, extraídos de su obra “Ensayos escépticos”, la cual recomiendo fervientemente. Ya solo los títulos son esclarecedores.

Sueños y realidades

Puede que los sueños personales de un individuo o un grupo sean ridículos, pero los sueños colectivos humanos resultan, para quienes no nos permitimos rebasar el círculo de la humanidad, patéticos”.

¿Puede el hombre ser racional? 

“Los que se interesan en política se persuaden a sí mismos de que los jefes de su partido no emplearían nunca los medios bajos que emplean los contrarios”.

“Llamamos irracional a quien procede con apasionamiento, a quien se corta la nariz porque perjudica su cara”

La filosofía en el siglo XX

Las creencias son vagas y complejas, y se refieren no a un hecho preciso, sino a varias regiones indefinidas de los hechos”.

“Los que hablan con reverencia de la verdad harían mejor en hablar de hechos y darse cuenta de que las reverendas cualidades, ante las cuales se rinden, no se encuentran en las creencias humanas”

La necesidad del escepticismo político

 “Un hombre vota por un partido y sigue siendo desgraciado; deduce que el otro partido es el que le iba a dar la fortuna. Cuando se ha desilusionado de todos los partidos es ya viejo y la muerte le acecha; sus hijos conservan su fe de la juventud y el zigzag continúa. Soy de la opinión de que para poder hacer algo de provecho en la política tenemos que considerar las cuestiones políticas de un modo distinto”.

“La fuerza de un político en una democracia depende de que adopte las ideas que parezcan buenas al hombre normal. Será vano pretender que los políticos sean lo suficientemente elevados para defender las ideas consideradas como buenas por los genios, pues entonces los políticos serían relegados a segundo término”.

“Una medida que favorezca a todos los sectores por igual será probablemente una base común a todos los partidos y resultará inútil para el político de partido”.

“Una habilidad política especial consiste en saber qué pasiones pueden despertarse y cómo impedir que una vez despiertas puedan dirigirse contra uno mismo o contra sus partidarios. Y el que aspira a fines más elevados será expulsado”.

“No les interesa ninguna cosa difícil de explicar ni nada que implique división (ya sea entre naciones ni dentro de la nación), ni lo que pudiera restarle importancia a la política como clase”.

“Cualquier movimiento político que aspire al éxito apelará instintivamente a la envidia, a la rivalidad y al odio, y nunca a la necesidad de cooperación. Hay una propensión natural a atribuir nuestras desgracias a la malignidad de alguien”.

“Una medida que no daña a nadie no puede ganar adeptos, y una medida que gana muchos adeptos despierta también una oposición terrible”.

El librepensamiento y la propaganda oficial (Conferencia Moncure Conway. 1922).

“En todos los países avanzados la educación elemental está en manos del Estado. Los funcionarios que prescriben sus contenidos saben que algunas de las cosas que enseñan son falsas. Fijémonos en la historia. Toda nación se ocupa únicamente de rellenar los manuales escolares de historia con relatos que la ensalcen. En mi juventud, los libros de texto decían que los franceses eran malos y los alemanes virtuosos; hoy sostienen lo contrario”.

“No se desea que la gente ordinaria sea capaz de pensar por sí misma, ya que se tiene la percepción de que la gente que piensa por sí misma es más difícil de manejar, siendo además fuente de dificultades para la administración. Únicamente los guardianes, por emplear la terminología platónica, han de pensar; el resto ha de obedecer, o seguir a sus líderes como un rebaño de ovejas”. 

La libertad en sociedad

“En los asuntos relacionados con la opinión, la libre competencia es la única forma de llegar a la verdad. Lo que deseamos es la libre competencia en el terreno de las ideas, no en el de los negocios”.

“La libertad que nos debemos procurar no es aquella que se arroga la facultad de oprimir a los demás, sino la que fomenta el derecho a vivir como a uno le plazca, siempre que al hacerlo no impidamos a otros que disfruten del mismo privilegio”.

Libertad frente a autoridad en materia educativa

“Sin embargo, la democracia, según la conciben los políticos, es una forma de gobierno, es decir, un método para lograr que la gente haga lo que sus dirigentes desean que haga sin dejar de tener en ningún momento la impresión de no estar realizando sino sus propios deseos”.

“Es más fácil castigar a un muchacho por dejar traslucir su aburrimiento que esforzarse por resultarle interesante”.

“Lo que se necesita es que el niño o el joven sientan que vale la pena adquirir conocimientos”.

“No se debería permitir que nadie que no se muestre dispuesto a trabajar permanezca en la universidad”.

“En el estado de Nueva York ha sido ilegal hasta hace poco enseñar que el comunismo es bueno. En la Rusia soviética es ilegal explicar que el comunismo es malo. No hay duda de que una de esas opiniones será cierta y la otra falsa, pero nadie sabe cuál es cuál”.

“¿Quién ha oído jamás que un teólogo o un político afirme la probable existencia de un error en sus dogmas, o que admita siquiera que tal error sea al menos concebible?”.

“El método que habitualmente se emplea para que los demás compartan nuestras creencias consta de afirmaciones descaradamente rotundas y de prácticas hipnóticas”.

Psicología y política

“Pero si la clase gobernante se recluta en cada generación entre los más enérgicos y sube por sus propias fuerzas, la perspectiva para los comunes mortales es más bien negra. Parece que las personas pacíficas tendrán que aprender osadía y energía en su juventud para poder lograr alguna oportunidad en el mundo, donde el poder es la recompensa al que mejor mueve los codos”.

El peligro de las guerras ideológicas 

“Sería posible recurrir a formas de educar a las personas que les permitieran incrementar su capacidad de sopesar los datos disponibles y de formarse juicios racionales, pero en vez de esto se les inculca el patriotismo y la parcialidad clasista”.

Para finalizar, una entrevista de 1959: “Un mensaje para el futuro

Cuando estés estudiando cualquier tema o considerando cualquier filosofía pregúntate a ti mismo únicamente: ¿Cuáles son los hechos? ¿Y cuál es la verdad que los hechos sostienen? Nunca te dejes desviar ya sea por lo que tú deseas creer o por lo que tú crees que te traería beneficio si así fuese creído. Observa única e indudablemente sobre cuáles son los hechos. Eso es lo intelectual que quisiera decir. Lo moral que quisiera decirles es esto. Debo decir: el amor es sabio, el odio es estúpido. En este mundo que cada vez se vuelve más y más estrechamente interconectado tenemos que aprender a tolerarnos unos a otros. Tenemos que aprender a aceptar el hecho de que alguien dirá cosas que no nos gustarán. Podemos solo vivir juntos de esa manera. Si vamos a vivir juntos y no a morir juntos, debemos aprender un tipo de caridad y un tipo de tolerancia que sea absolutamente vital para la continuación de la vida humana en este planeta.

Deseo terminar resaltando especialmente la llamada a la tolerancia de Russell y su sabio encargo: “Tenemos que aprender a aceptar el hecho de que alguien dirá cosas que no nos gustarán”. Pues eso. Espero y deseo que esta un tanto caótica y apresurada selección, percibida en su conjunto, haya reflejado la escasa actualidad del momento actual y que haya servido de algo más. Por poco que sea, habrá cumplido su función. A mí, personalmente, me ha servido para reafirmarme en mi hartazgo. Algo es algo.

NOTAS:
  1. Lo de "cosa o sujeto" me encanta, pero vulgarmente se entiende como "procés".


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