Noventa Grados
Nada es eterno,
bueno es saberlo,
lo más normal
deja de serlo,
sin previo aviso,
o cientos de ellos,
llega el momento,
de romper huesos.
Y sucedió,
ando con tiento,
más la escalera,
es un tormento,
lo que hay que hacer,
es un remiendo,
cambiar la bola y
su alojamiento,
dice el experto,
será un momento,
y al dia siguiente,
dolor resuelto.
Preoperatorio…
rápido ingreso…
uno de abril…
algo de miedo…
bata y camilla…
bajo al infierno…
pronto me duermo…
cuando despierto...
Ya no hay dolor,
mas no me muevo,
siempre en el lecho,
mirando al techo,
pronto me sientan,
en trono excelso,
a hacer mis cosas,
que gran consuelo,
dice el experto,
cuida el asiento,
cumple la regla,
de asentamiento.
Noventa grados,
ángulo recto,
de no alcanzarlo,
vuelta al comienzo.
Tres meses, tres
durmiendo tieso,
sentado tieso,
andando el resto,
aunque es bien cierto,
seré sincero,
del mal primero,
ya ni me acuerdo,
a los dos meses,
paso ligero,
ando una hora,
y si me siento...
Noventa grados,
ángulo recto,
de no alcanzarlo,
vuelta al comienzo.
sin calcetines,
y un chandal viejo,
con mocasines,
ando ligero,
a los tres meses,
veré si puedo,
dormir de lado,
doblar el cuerpo,
ángulo agudo,
no ángulo recto,
dejar de oir,
cuánto me quejo.
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